Reunión de Psyque Navegante

16 de noviembre del 2003


Como estaba programada, el último domingo llevamos a cabo la habitual reunión general mensual. En la misma se desarrolló un vivo intercambio de ideas sobre el futuro del “Complejo Psyche”. El mismo tuvo como punto de partida una información de Laura Lueiro sobre la fiesta llevada a cabo en La Paila y el estado financiero de la revista. Luego leí algunas conjeturas que estuve pergeñando. Los concurrentes intervinieron activa e interesadamente. Como consecuencia quedamos en convocar una jornada de trabajo para fines de marzo. Como preparación de las mismas decidimos llevar adelante un intercambio de mensajes en los cuales cada uno vaya exponiendo análisis, ocurrencias y propuestas sobre pasado, presente y futuro del Complejo. Estas líneas que envío están basadas en lo que expuse en la reunión y en lo que las intervenciones de los colegas fueron relanzando en mi pensamiento.

En consecuencia sólo me representan relativamente, ya que yo también vivo bajo los efectos del Inconsciente, y a mí solo. A la vez, seguramente contienen ideas expresadas por otros en la reunión, pero que no pretendo representar. Adjunto estadísticas y reenvío las que recogió Juan Carlos Mosca en mail aparte. Se me han ido produciendo propuestas, pero que pensadas un poco más, incluso conversadas con algunos, propondré en otros mensajes. Lo único que pretendo con este mensaje es abrir lo más rápido posible el trabajo de intercambio de “mails” para preparar las jornadas.

A mi lectura las estadísticas nos indican que Psyche mantiene un razonable nivel de entradas que ronda las 5.000 mensuales y Televerdades las 800. La fiesta organizada por Psyche ha tenido una muy buena acogida tanto por el público que concurrió al llamado como por el clima que se vivió. Muchas personas que por diferentes razones no pudieron concurrir, nos hicieron llegar mensajes desde lugares diversos del país y el extranjero a los que hay que sumar los trasmitidos verbalmente y como consecuencia no podidos incorporar al correo. El mérito del éxito ha residido en quienes pilotearon la preparación de la misma: Laura Lueiro, Marisa Martínez Anton, Ethel Greizherstein, Juan Carlos Mosca y ya en el lugar: Cristina Oyarzabal, Alicia Smolovich, Silvia Sisto y Alejandro del Carril. El cd se va vendiendo, en tanto se lo ofrece (quedan unos 25 sobre 100 editados). El rankeo del buscador Alexa, seguido por Juan Carlos ratifica estas informaciones.

Si nos guiáramos sólo por estas podríamos decir que el "Complejo Psyche" anda razonablemente bien.

Pero ignoraríamos otras.
1) la dificultad consuetudinaria para que una parte importante de los integrantes pague su aporte mensual. Lo que está llevando a que, lo que era un problema financiero, haya ingresado al terreno de dificultad económica.
2) Que la dirección de Televerdades se ha reducido a 2 personas (Silvia y yo). A la vez que colaboran regular y eficazmente al frente de Humor: Ethel Greizerstein con la ayuda de Martha Schapira y Susana Levy. Colabora también con eficacia en lo atinente a la lectura de incidencias de lo inconsciente en los medios escritos: Alicia Smolovich. Colabora también, con algunas dificultades: Marta Fortunato.
3) Por lo que tengo entendido de conversaciones con Laura, en el Consejo de dirección hay participaciones disímiles.
4) Ha habido un descenso en la cantidad de presentación de artículos.
5) ha habido mayor emigración de editores y colaboradores que inmigración.

Durante parte del 2002 y lo que va del 2003, hemos conversado varias veces sobre dificultades que se iban presentando y que sobrecargan de trabajo a los que se mantienen "al pie del cañón".

Lo descrito anteriormente me parece que nos confronta con la situación paradojal de que la revista y la página tienen un desarrollo mucho mayor, que el que está acompañando desde sus bases de producción.

Todo esto me hace pensar que para proyectar la continuación del complejo, puede resultar importante que llevemos a cabo una jornada en marzo, en fecha a determinar, que pivotee sobre preguntas que no se contradigan con el fundamento psicoanalítico que nos mueve a trabajar en el "Complejo" y que a la vez sirvan para definir más precisamente como hacer para superar este "cuello de botella" en la estructuración de las fuerzas necesarias para estar a la altura del interés de nuestros lectores y de los, hasta cierto punto, seguidores. Planteo que dichas jornadas trabajen los siguientes temas:

1) ¿Existe el Complejo Psyche? Si existe: ¿cuál es su forma y cuál es la forma de cada uno de sus dos componentes? ¿Lo que existe, es solamente una revista y una página? Sino existiera sólo así: ¿Cuáles son sus otras formas de existencia?
2) ¿Deseamos que siga existiendo? Si fuera que así lo deseamos: ¿sólo con las formas actuales o también con otras nuevas posibles? ¿Cuáles podrían ser? Para lograrlas: ¿Qué movimientos deberíamos desatar?

Como se puede observar propongo preguntas obvias. Todos conocemos la función de velo que lo obvio suele sostener. Por eso considero que es momento para desgarrarlo por vía del cuestionamiento. Otras no son tan obvias y apuntan más al futuro.

Organizativamente pienso que deben ser jornadas a las que se invite a todos los editores y colaboradores. Que también se invite a todos los que pasaron por cualquiera de los dos segmentos del "Complejo". Y también a todo aquel que sepamos o supongamos interesado en desarrollar el "Complejo" en las forma que tiene o con otras que podría llegar a adquirir. Por lo "específico" de los temas a tratar, lejanos a las cantinelas habituales de las instituciones, creo que debemos trasmitir las invitaciones no solamente vía de correos electrónicos, sino también presencial y personalmente.

Que las intervenciones puedan ser de hasta 10min, orales o escritas, con debate libre posterior sobre el conjunto de las que se haya expuesto. Que cobremos 20 $ el derecho de participación como contribución económica al "Complejo" y como posición de principio de que para trabajar en él hay que contribuir económicamente. Dicha contribución dará derecho a gaseosa y choripán al mediodía y brindis con vino al final.

Adelanto algunas de mis conjeturas:

1. Funcionar sólo como revista ha llegado a un tope. La preeminencia de lo imaginario para el sostenimiento de los lazos sociales como efecto de discurso produce en los seres parlantes, y los psicoanalistas no somos excepción, la necesidad de pertenecer apropiándose. Pertenecer a formas organizativas diversas, es un síntoma que no cesa de escribirse en la inmensa mayoría de los seres humanos como transacción ante la angustia que causa el choque con lo real, lo imposible, lo que no cesa de no escribirse de la vida. También para defenderse de la crítica del Superyo, aunque paradojalmente también, suele reintroducirla. La pertenencia en función de lo que falla en toda organización genera el deseo de apropiamiento que suele tomar dos formas fantasmáticas, 1) la de jefaturear, 2) la de cobijarse bajo la jefatura.

2. Cada organización artificial de masas no puede no responder a las generalidades de estructura descriptas por Freud en los finales del capítulo “Enamoramiento e hipnosis” de Psicología de las masas y análisis del yo y que mostró en su célebre gráfico: Las organizaciones de psicoanalistas, sean del orden que sean no escapan a dichas “generales de la ley”. Repasemos revistas. Actualidad Psicológica, publicación mensual, tiene un dueño que dirige a un pequeño grupo de empleados que venden publicidad y hacen el trabajo de secretaría. Pide a los psicólogos y psicoanalistas los artículos que luego publica junto a otros que le envían autores diversos. Conjetural: de publicación más espaciada, tiene un pequeño grupo de psicoanalistas que vienen de antaño llevando adelante productiva y económicamente su publicación. Con otro sesgo ideológico Topía tiene una trayectoria de muchos menos años, pero parecida en lo que hace al número de editores y productores y que además sobrelleva una especie de labor de atención a pacientes. Psicoanálisis y hospital se presenta como una publicación semestral de practicantes en instituciones hospitalarias, es dirigida por un director que se apoya en una red de corresponsales por hospital. Luego están las revistas institucionales que se subsumen a las directivas de la institución de las que forman parte y en general son de salida irregular, organizativamente suelen ser sostenidas por los llamados Consejos de redacción integrados por unas pocas personas y financiadas por la institución a la que pertenecen. Algunas de estas revistas publican números temáticos, otras rejuntes de artículos llegados contingentemente a las redacciones. Como se puede notar lo que insiste en cada una de ellas, es la irregularidad en la salida (con excepción de Actualidad y Psicoanálisis y Hospital) y el pequeño número de integrantes, con el agregado de que con excepción de Conjetural y en parte Topía, las demás publican pocos artículos escritos por los propios editores.

3. Nuestra revista, de publicación mensual, y Televerdades, diaria, se distinguen por estar integradas por unas 30 personas la mayoría de las cuales funcionan como editores que escriben habitualmente y más raramente consiguen o publican artículos de colaboradores externos (esta es una de nuestras debilidades). O sea, que a pesar de las dificultades hemos logrado desarrollar una formación atípica tanto en el terreno editorial como institucional. Pero creo que ha llegado a su tope. Una de las causas ha sido y es mi corrimiento de la dirección unipersonal de la revista y mi vuelco a Televerdades. ¿Pero esto, necesariamente tiene que incidir así? Tenemos el mérito de haber juntado unos 25 colegas que escriben regularmente. Pero que creo que tenemos el déficit de no haber armado un espacio en el que tengan lugar aquellos colegas que estando interesados en la experiencia Psyche, no tienen el hábito de escribir con regularidad. Como lo planteé en otra reunión, generar ese espacio nos llevaría a tomar alguna forma institucional distinta a la de: solamente una publicación. En ese punto, ha funcionado dilatoriamente mi indefinición sobre el difícil problema de la institución psicoanalítica y la de varios otros colegas que están en funciones directivas. Vuelvo a refrescarles cual es la paradoja en la que quedó enclavada mi experiencia y mi conceptualización sobre este espinoso tema. Según el esquema con que Freud muestra la estructura de las organizaciones de masa, que sigo considerando vigente, las mismas se estructuran por identificación de sus “individuos” al jefe o jefatura colocados fusionados en el lugar de ideal y objeto, porque se les supone saber hacer sobre los fines que persigue la corporación (prefiero usar éste término, por las resonancias que trae de cuerpo y su presentación imaginaria) y en función de los cuales esos individuos se agrupan en ella. Esa creencia los lleva, identificándose al liderazgo, a identificarse entre sus yo. Por lo contrario, el deseo del analista apunta a producir la máxima diferencia entre ideal y objeto. El conflicto entre institución y deseo del analista es de estructura. ¿Qué hacer con dicho conflicto y con el futuro del Complejo”? Advierto en este punto, que la palabra Complejo, extraída de la temprana idea frudiana sobre “complejo ideativo”, me resulta más adecuada que institución, pues alude a anudamiento de variables, sobredeterminación y retrosignificación. No centra, ni en instituyente, ni en instituido.

4. Varios de los que estamos aquí hemos pasado por diversas instituciones psicoanalíticas, algunos lo están haciendo actualmente. Un núcleo duro, compartimos la experiencia de Herramienta Freudiana. Yo pasé por CDI, Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, Encuentros del Campo Freudiano, Escuela Freudiana de Buenos Aires, Psyche (1ª época), Escuela de Psicoanálisis del Borda, Lacanoamericanas, y fui promotor de Convergencia de la que me retiré cuando advertí el sentido que estaba tomando. Es a partir del análisis de esas experiencias que voy a plantear el primer borrador de lo que propongo hacia el futuro.

5. Debemos darle al “Complejo Psyche” una nueva forma. La misma seguirá reconociendo como básica la función de escribir, editar y publicar. Ha demostrado ser una de las mejores, para la formación de analistas. Es necesario que el Complejo Psyche no cese de escribirse para continuar desplegando la experiencia y para contribuir al desarrollo del psicoanálisis y su función en la cura de las dolencias de los seres parlantes y del tratamiento del malestar en la cultura. El a posteriori nos dirá si se nos torna radicalmente imposible o si logramos dejar algunas marcas. Debemos hacerlo sin ninguna esperanza[1] de que no nos vayamos a encontrar con manifestaciones diversas del conflicto básico entre deseo del analista y la forma del Complejo. Pero teniendo en cuenta la experiencia transcurrida debemos encararla de un modo que genere lo menos posible condiciones de “grupo consolidado (formulación parecida a la de Freud de “organización artificial de masas”) que se sobreponga al discurso”[2] y sus avatares y posibilidades de giro. Para ello, creo que a la inversa de la experiencia habitual de las instituciones y del propio Lacan, hay que tomarse en serio que “no hay Garantías del Otro” y en lugar de pretender La institución que asegure el futuro, re-signarse a no pretender asegurar nada.

6. 6.1) Para ello, no legislar sobre lo que hay legislación social. De surgir dificultades, cada uno según su decisión y posibilidades, recurrirá o no a los estrados judiciales. 6.2) Elegir autoridades por vía del voto secreto. 6.3) No otorgarle ventajas a ninguna autoridad. 6.4) Participan quienes paguen sus cuotas. Quienes pasen más de 3 meses sin hacerlo, o proponen un plan de pagos o quedan afuera. Todo el mundo paga por trabajar. La afirmación contraria indica que no se tiene la mínima idea de que todo trabajo (de amo y de trabajador) produce un plus incalculable y que los lazos sociales funcionan en función de las deudas. Por lo tanto se paga con dinero y con trabajo. Faltar a cualquiera de esos deberes lleva a la exclusión. 6.5) Fuera de las, para nosotros tradicionales y básicos trabajos de edición de revista y página, las formas de trabajo y de organización para el Complejo pueden ser diversas: cárteles de investigación, grupos de estudio, seminarios y cualquier otra que el ingenio de los componentes invente y no se contradigan con la ética del psicoanálisis. 6.6) Organismo electo y voluntario (tanto para quienes lo compongan como para los que lo consulten) sobre el momento de los análisis y sus perspectivas de continuación. Que intente responder a la pregunta: ¿Se llegó hasta donde la estructura de ese ser parlante lo permite, o se estancó por que algo en la estructura del analista hizo de límite? Consulta y respuesta reservada. No se otorgan grados. Ninguna institución puede seriamente decir que garantiza que alguien tiene formación suficiente y mucho menos que ha terminado su análisis.

7. Reelaborar en función de la experiencia los criterios de finalización de los análisis no dando por supuesto, que los planteos de Lacan fueron refrendados por la práctica, porque no fue ni es así.



[1] Diferente de ilusión
[2] En la Carta de disolución de la Escuela Freudiana de París Lacan interpretó que ese había sido el obstáculo final que había llevado a la Escuela a su estancamiento y funcionamiento eclesial.