Las mujeres

Reportaje a Emilio Rodrigué hecho por Sergio Rodríguez

P: En tus recuerdos más tempranos de niño: ¿sólo veías a las mujeres o también te las imaginabas?
E: Sobre ver o representar, me imagino que lo preguntas en serio, es decir ver o representar lo que mas vale la pena en la mujer. Va un viejo chiste: dos amigos están en un vagón de tren y a la mujer enfrente se le suben las polleras. Un amigo suspira y dice: "C'est la vie". El otro lo reprimenda: "Yo también se-la-vi, pero, por educación, no digo nada".
Yo también se la vi a los ocho años y fue como un fogonazo de magnesio. En cuanto a representación: la imaginaba como una exótica orquídea carnívora que me atraía y me metía miedo.
P: ¿Imaginabas algún futuro con ellas?
E: Pibe feo y tímido, las imaginaba inalcanzables. Les tenía miedo. Cuando una chica atacaba no sabía defenderme. Una escolar me quebró la tibia en un recreo. Las mujeres son todo uñas y codos puntiagudos. Cuando golpean, duele, porque no tienen el training de los chicos, con sus fintas y escaramuzas, no miden el calibre de sus golpes. Uno sólo puede contragolpear en extrema unción y no queda bien. Les sigo teniendo miedo.
P: Feo, tímido y con miedo, anduviste con unas cuantas. ¿Para perderles el miedo, o por qué te gusta que las flores te devoren?
E: Sí, doctor, creo que fue para perderles el miedo. Pero creo que también fue por una especie de "service oblige". El joven feo era despreciado por las jóvenes bonitas y también por las jóvenes no tan bonitas. Entonces, cuando una mujer me mira, me asombro y me convierto en su humilde servidor. Sergio, como tu bien sabes, el esclavo no perdona su humillación de ser un malquerido. Menos mal que mi mamá me amaba.
Junto a eso me convertí en psicoanalista, lo que me facilitó la ganzúa para abrir los secretos femeninos.
P: ¿Consideras tan poderoso al psicoanálisis?
E: Tienes razón, los secretos femeninos son realmente formidables, como el más clonador de los virus internéticos. Lo de ganzúa lo saqué de Freud, que en carta a Fliess, dice que va a abrir con su ganzúa los secretos del Caso Dora. Como bien se sabe, aquí cabe ese verbo tan criollo: "abriola". Todavía no se inventó un programa Norton para neutralizar los efluvios medusentos de ciertas femmes fatales.
P: En el caso Dora, Freud se obsesiona con la llave y le da representación de pene. Si en la carta habla de ganzúa quiere decir que creyó que iba a tener "la llave de todas las llaves", el pene sólo sería una. Dicho deseo de Freud ¿debería hacernos suponer que las mujeres le resultaron impenetrables?
E: Volví a leer la carta a Fliess. Freud habla de "una joven de 18 años, quese abrió suavemente con la colección existente de ganzúas", lo que da parapensar que la fantasía de penetración fálica estaba, estaba. Y creo que fue laatmósfera sexualizada del caso, lo que le impidió ver el deseo rizomático deDora. El propio Freud se da cuenta de esto, cuando reconoce: "En este casoestaba ansioso por someter mis suposiciones sobre la cuestión sexual a unarigurosa prueba". Dora fue una cobaya sexual.

Creo, sí, que Freud no comprendió a Dora, del mismo modo que nocomprendió a Dora II, esa paciente homosexual de 20 años analizada en losaños 20. Y eso me lleva a preguntarme: cómo se atrevió a analizar a su hijaAnna, no como crítica [esa ya fue requetehecha], sino casi con admiración,ya que, una vez que todo fue dicho, la analizó con buenos resultados. La correspondencia de Freud con su novia Martha es un tesoro y revela mucho de los prejuicios de Freud que eran los prejuicios de la época. Freud es el tipo de hombre quees mejor como marido que como amante.

P: ¿Estás seguro? Minna ¿diría eso?¿O será que el embarazo del que nació Ana lo hizo recular como amante?
E: Sos terrible, Sergio, me leiste y la palabra con tinta entra. No sé que me pasaba esta mañana, porque ahora de tarde creo que Sigmund fue un marido mediocre y un amante también mediocre.
P: ¿Fueron buenos los resultados del análisis de Ana? En la biografíadijiste que Ana fue el síntoma de Freud y la invención del psicoanálisis susinthôme. ¿No sería esto contradictorio con los resultados que creés?E: Creo que el embarazo de Anna coincide con el nacimiento del psicoanálisis y tomamos el sueño de la Inyección de Irma como referente. Por otra parte. ¿Qué te parece ser el síntoma de Freud? Algo vale. Creo que hay que darle a Anna Freud lo que es de Anna Freud. Considero lo positivo dicho sobre Anna, fruto de la sabiduría de la Tercera Edad, no te olvides mi pasado kleiniano. Yo presencié una conferencia de Anna en Copenhagen brillante en cuanto a retórica se refiere.
P: Un síntoma es saber hacer lo peor con el propio goce. Un sinthôme, mejora lacosa. El análisis con papá mejoró a su síntoma como jefa de organización artificial de masas (retórica en la conferencia de Copenaghen) No la mejoró para el lazo sexual. Soltería empedernida a la sombra de Mrs. Bur. ¿Identificación al síntoma del analista? Ella intenta quedar como padre de la horda, mientras él le siguió funcionando como padre ideal.
E: En la época en que Freud escribe Totem y Tabú, él efectivamente era elPadre de la Horda, metido en relaciones triangulares múltiples: Freud-SabinaSpirlein-Jung; Freud-Lou Andrea-Tausk; Ferenczi-ElmaPalos-Freud y eltriángulo Jones-Loe Kann-Freud. El terrible padre con cocaína en el cuerpo.Los desmayos de Freud tenían que ver con el tema del Padre de la Horda, miedode ser liquidado por sus discípulos. Jung, que no era fácil, interpretó laslipotimias como "cosas de mujer".