Entre lo necesario y lo imposible: articular acciones políticas borromeana-mente

Psyche Navegante 66
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Área: Actualidad
Sección: Última hora



Tema: El necesario anudamiento imaginario de todo nudo de cuatro[1], recubre la complejidad molecular de la política con la ilusión en lógicas de clase axiomatizadas por un sólo rasgo y por “soluciones” generales que no cesan de fracasar. De ahí el adagio presocrático: gobernar es imposible. Mejora las cosas, hacer operar lo simbólico sobre lo real de dicha complejidad.

Hay un carácter mayoritario entre los argentinos que tiende fácilmente a quedar encerrado en el narcisismo y su cara única, pero paradojalmente contradictoria, mostrada topológicamente por la banda de Moebius. Una sola cara que desemboca en otra que

queda disimulada por la torsión. Dicho carácter piensa en disyunción que la Argentina es lo peor del mundo, o a la inversa según la ocasión, que es lo mejor. Ni una cosa, ni la otra. Cada país, incluido el nuestro, anida cosas buenas y malas. Desde las malas solemos envidiar las buenas de otros y desde las buenas caemos en la megalomanía, a la vez que otros nos envidian. Un poco más acentuado en nosotros, es un modo de ver que abarca a mayorías poblacionales de muchísimos países. El periodo transcurrido desde el último número de nuestra revista hasta el presente, multiplicó acontecimientos de signos diversos que hicieron de nuestro terruño un bullente y multifacético laboratorio político, económico y social.

Como supuse en mi artículo de Última hora de aquel número (Reacciones en las sociedades y la Cultura a la dilución del nombre del padre) la tripartición de la aldea global continuó su camino. El jefe del Comando sur de las fuerzas armadas norteamericanas Bantz Craddock, lo explicitó así: "Los crecientes intereses económicos chinos y su presencia e influencia en la región no (nótese la denegación) representan una amenaza (para EE.UU.), pero son componentes claros de una situación que deberíamos reconocer y evaluar cuidadosamente cuando planteemos nuestros objetivos, nuestra políticas y nuestro involucramiento en la región", ver www.televerdades.com del 24 de marzo del 2005. La autonomía europea se hizo manifiesta en la diplomática pero renuente recepción, que le hicieron a George W. Bush cuando anduvo por aquellos lugares. Con la contrapartida del acto fallido conque dentro de enunciados almibarados respondió el Inconsciente de éste: “Al terminar su exposición, saludó a los periodistas con un “gracias por haber venido y se preparó para irse. Pero lo frenó el desconcertado de Hoop (secretario general de la OTAN), quien todavía debía responder preguntas.” Su olvido dejaba sin lugar, al europeo representante de la OTAN ( ver www.televerdades.com del 23 de febrero del 2005).

En nuestro país, la primera plana de la escena política la ocupó la renegociación de la deuda externa con los acreedores privados. Todo parecería indicar que dentro de los condicionantes político económicos internos y externos que encontró la misma, el haber logrado más de un 76 % de aceptación por parte de los bonistas con la quita de que fueron objeto, fue un éxito que desahoga un poco a nuestra extenuada economía. Cálculos presentados por economistas de izquierda, ex menemistas y ex aristas como el diputado Mario Cafiero, y por Claudio Lozano diputado y dirigente del Instituto de Estado y participación de la CTA[2], recalcularon los números para demostrar que la quita no fue importante. Pierden de vista que en el cálculo de lo que se ganó en dicho acuerdo no se debe contabilizar sólo números secos, sino en combinación con la extensión de los plazos de vencimiento de los nuevos bonos. También se les escapa, que la política no se rige por números económicos desnudos sino que presupone también cálculos de correlaciones de fuerza, tanto en el interior de cada país como de éste en el concierto de naciones. Algo parecido les pasa cuando plantean objetivos de redistribución de la renta con finalidades igualitaristas. Suenan como música celestial a oídos de los ángeles, pero no tienen en cuenta que estamos hablando de una sociedad en la cual la mayoría de los amos son movidos por ambiciones desmedidas de ganancia y la mayoría de los trabajadores, como alguna vez nos recordó Freud, por ambiciones desmedidas de holganza como en cualquier organización artificial de masas humanas. Hecho demostrado trágicamente por la triste experiencia mundial en un tercio de la humanidad que tuvo al comunismo en el poder y que desembocó no sólo en la caída del muro de Berlín, sino en la actual política grotesca y homicida de la mayoría de los estados eslavos y musulmanes que formaron parte del a URSS y del COMECON. Política en la que intentan no caer los comunistas del sureste asiático y China, pero volviendo a experiencias relativamente acotadas del peor capitalismo de acumulación primitiva de capital. En él se combinan la superexplotación de los trabajadores con el piramidalismo dictatorial de los respectivos PARTIDOS, lo que a la vez que ahondó las diferencias económico-sociales sacó a una masa importante, de la indigencia.

Terrenos como el pago de la deuda externa y de la redistribución de la riqueza exigen también no generalizar, sino estudiar puntualmente cada situación para proceder a agujerear lo mejor posible, lo real con lo simbólico. Eduardo Jozami planteó en un artículo en Página 12: “El ministro acierta cuando sostiene que la carrera inflacionaria termina siempre perjudicando a los que menos tienen, por eso el acento debe ponerse en evitar el alza de precios. Con un tipo de cambio estable y salarios históricamente postergados, las presiones alcistas sólo pueden explicarse por la fuerte concentración de los mercados, por eso el control de la inflación exigirá un rol activo del Estado aplicando los instrumentos legales para enfrentar las maniobras monopólicas y asegurar el abastecimiento a precios adecuados y también una participación más activa de los consumidores como ciudadanos.”[3] En ese sentido van invocaciones como las del Presidente Kirchner a boicotear la Shell. Tienen un doble mérito. Ponerle coto a la voracidad desmedida de la corporación de la concha, a la vez que indicarle a las masas populares que no todo depende del estado y que si se quiere otra política que la de los 90, no hay que conformarse con mirar y criticar, hay que pasar a actos que generen verdaderos acontecimientos sociales. Para lo cual es imprescindible no dejarse guiar por la piedad ni la compasión por quienes aparecen como víctimas y a veces, son cómplices de los victimarios.

Cromañon debe marcar un antes y un después. En la tragedia que costó la vida de 193 jóvenes, se produjeron severos dolores del alma y efectos traumáticos a los sobrevivientes y varios miles más si tomamos en cuenta las repercusiones familiares. Ante ellos de nada sirven quejas lacrimosas, demagógicas e histéricas, como las que se pueden encontrar en un artículo de Silvia Bleichmar publicado en la sección Opinión del diario Clarín pocos días después del trágico acontecimiento. Que no sólo olvidan el instrumento psicoanalítico del que suele alardear poseer, sino que ignoran las más elementales inteligencias sobre lo que es gobernar. Tampoco sirve la exigencia de tratamientos a granel que impulsa el área de salud de la Ciudad de Buenos Aires a través de truchas sociedades de psico trauma que persiguen como único fin prenderse a la teta estatal de los subsidios. Exigencia que ignora lo más elemental, que un tratamiento psicoterapéutico sólo le es útil a quien está en posición de demandarlo. Tampoco sirven enunciaciones como la de somos todos responsables, o las que concentran la responsabilidad sólo en Chaban, su corte y el gobierno de la ciudad. No puede quedar afuera, a menos que haya muerto en el evento quien haya tirado el cohete que originó el incendio. No se deben excluir de la cadena de responsabilidades, a los hábitos que fue instalando Callejeros, con letras y permisividades que en cierto modo estimularon el uso de bengalas en lugares cerrados. A la vez sus letras merecen una lectura detallada pues describen muy precisamente el estado de ánimo y de falta de expectativas de una gran parte de la juventud actual. Claro que incluirlos en las responsabilidades no significa ignorar que tanto ellos, sus letras y sus actitudes, han sido efecto también de la idealización de las transgresiones que impulsó desde la cúspide del estado Carlos Menem, acompañado maníacamente por buena parte de la fauna de la farándula mediática. La justicia, si funciona como tal, determinará responsabilidades y grados, así como deberá dirimir el peso que le cupo a Villarreal (pesado de Chaban) y a Argañaraz (productor de Callejeros) en aceptar el triple de personas que lo que el espacio permitía y encima, mantener encadenadas las salidas de emergencia. También la responsabilidad por lo menos por ineptitud e ineficacia del jefe de gobierno y su cadena de subalternos hasta los inspectores que hayan aceptado coimas.

En el contexto de estos aconteceres, negociación de la deuda externa, Cromanon, aumento indebido de precios, se produjo la apología del delito por parte del vicario castrense Antonio Baseotto. Se torna evidente que no fueron casuales. Fueron bengalas tiradas por el Monseñor, terciando con ellas en la interna feroz que se está desplegando en el Vaticano ante la próxima muerte del Papa. Pero además, intentan complicarle la existencia al gobierno. Lo que las corporaciones financieras no logran hasta el momento por el costado económico, tratan de impulsarlo por la vertiente religiosa, aprovechando la cercanía y desarrollo de una conmemoración tan cara al sentimiento cristiano como la Semana Santa y a un nostálgico de la dictadura militar incrustado en un lugar venerable para el ejército (ver www.televerdades.com del 19 de febrero del 2005).

Como vemos, tal como lo dijo Goethe y nos lo recordó Freud, el árbol de vida es mucha más verde que el gris de toda teoría. Si como insiste el Presidente, pretendemos un país serio o sea sin engaño ni burla y jugando con la palabra como hizo Lacan en sus seminarios, capaz de hacer de su propia resurrección una serie, se debe salir de mirar en nombre nada más que de los intereses de grupo, para sentarse a negociar entre los diferentes sectores en que la sociedad se confronta. Debemos salir de las generalizaciones tradicionales (fascistas, neoliberales o marxistas), efectos del imaginario en diferentes historias de la Cultura, para analizar cada problema en su contexto y tiempo.



[1] Me estoy refiriendo a la versión del nudo Borromeo utilizado por Lacan en 1975 para no quedarse en el nudo de tres arandelas que tenía como principal propiedad el estar calzadas de tal manera que se sostenían a sí mismas de tal manera que si una se desanudaba, eso ocurría también con las otras dos, cayendo todo el anudamiento y en consecuencia el sostén de dicho ser parlante. En el nudo de 4 Lacan parte de que en algún lugar hay una falla de calce que tiene que ser “salvada”, anudando ahí un cuarto nudo que funciona como equivalencia del: en nombre-del-padre. Dicho cuarto nudo facilita sostener la estructura articuladora de Real, Simbólico e Imaginario, “puenteando” la falla.
[2] Confederación de trabajadores argentinos
[3] 27 de marzo del 2005