CRISIS

Lo que sigue es una especulación,
a menudo de largo vuelo, que cada
cual estimar o desdeñar de acuerdo
con su posición subjetiva. Es, además,
un intento de explotar consecuentemente
una idea por curiosidad de saber adonde lleva.
S. FREUD.

Quiero decir que sólo el nudo es
el soporte concebible de una
relación entre cualquier cosa y
y cualquier cosa, que el nudo si
es abstracto por un lado, debe
ser pensado y concebido como
concreto.
J.Lacan-Le Sinthôme


Me pongo a escribir sobre este tema el 16 de enero de 1991, día designado en el calendario de guerras para incendiar el golfo pérsico. No cabe duda de que nos hallamos ante una crisis. Hace dos días los soviéticos utilizaron una vez más y van..., sus tanques, para reprimir anhelos independentistas en Lituania. También se trata de una crisis. La perestroika, expresó en las cumbres del poder soviético la añeja crisis que anidaba en sus entrañas. Las crisis pueden cronificarse.

Una paciente intenta suicidarse. Muy angustiada, no se anima a dar un paso si el marido no la acompaña. Incluso al baño. Se considera una inútil y un peso para la familia.
Una empresa trabaja con razonablemente buenas condiciones exteriores para su desarrollo, fenómeno no habitual en este momento argentino. Sin embargo, su futuro está amenazado. Desinteligencias entre lo principales dueños han llevado a monstruosidades organizacionales, financieras, de relaciones públicas y de relaciones con el personal.

Llama la atención la dimensión de la estupidez media que campea entre nuestros dirigentes políticos y sus equivalentes militares. No es conveniente confundir "avivada", con inteligencia. Pero si se escribe esto, en el momento que todo pareciera indicar que se torna inevitable el estallido bélico en el Golfo, uno se cuenta que esa cualidad no es patrimonio único de nuestra dirigencia política. La rigidez (consistencia) del Imaginario, siembra imbecilidad en todo el planeta.

Por otro lado, los intelectuales tenemos que confesar, que aún no hemos sido capaces de elaborar respuestas adecuadas a decisivos fenómenos económicos, políticos y sociales de las dos últimas décadas.
Hay, entonces, crisis sociales, subjetivas, institucionales, políticas, culturales. Hay crisis agudas y cronificación de las crisis. Las crisis pueden abarcar a cualquiera de las redes en que se enredan, ordenan los hablantes, esos animales tan especiales, y los implican en su singularidad, aunque nunca a solas, a pesar de las apariencias.

Hoy, mis preguntas son las siguientes: ¿Podemos avanzar en la formalización de herramientas mas eficaces para estudiarlas y trabajarlas? ¿Hay una formalización teórica que nos entregue un instrumento que sirva de axioma para el desarrollo de una lógica que facilite la lectura, y en consecuencia el acto necesario para relanzar el movimiento en una estructura, que el estancamiento ha puesto en crisis? Se hace evidente que estas preguntas contienen un presupuesto básico. La idea de que las diferentes crisis en que participa el animal humano reconocen la pertinencia a una estructura básica común que, que, por cualidad propia, no se cierra, abrocha -como gusta decirse ahora- sobre sí misma y planta el campo en el que pueden ser recortadas articulaciones y diferencias entre cada una de ellas.

LAS CRISIS, EN LA VULGARIZACION DEL MARXISMO

Creo interesante re-trabajar de esta corriente en extinción, la noción de crisis de sistema en que se sostenía y que les permitió llevar adelante su principal logro, transformado a la postre en su principal fracaso, la revolución rusa.

Para ellos, había crisis del modo de producción, cuando entraba en contradicción el desarrollo de las fuerzas productivas con las relaciones sociales de producción. Definían a aquellas, como los elementos materiales de producción incluyendo entre ellos al trabajo, y a estas, como las relaciones que se establecen entre los hombres para trabajar. Las mismas suponen a las relaciones con los medios de producción, que dicha corriente casi exclusivizaba en las de propiedad. Como vemos, en esta dimensión pensaban a las crisis, como efecto de una estructura que, sobredeterminaba a las individualidades, condicionándolas. En ella distinguían lo que denominaban, factores objetivos. Las crisis no eran inventables, eran un efecto de dichas condiciones objetivas. Había salida para las mismas, si y sólo si, se producían los cambios necesarios en las relaciones sociales de producción con el fin de adaptarlas (sic) al desarrollo de las fuerzas productivas. Estos cambios exigían el desplazamiento del poder de las clases dominantes que, finalmente, como efecto de las modificaciones en las relaciones sociales de producción iban a desaparecer. Ese desplazamiento del poder constituía el primer acto de una revolución que no se completaba hasta la finalización del cambio necesario de relaciones sociales de producción con las consecuencias inherentes, en la superestructura. En la concepción leninista (no así en la maoísta, o en la foquista) dicho acto inicial no se podía intentar sin determinadas condiciones previas ineludibles, en las que aparecía el factor subjetivo tornando insostenible el equilibrio. No alcanzaba con que los de abajo no quisieran, hacía falta que los de arriba no pudieran, recién entonces, estaban dadas las condiciones revolucionarias. Sobre ese movimiento subjetivo no había teorización, sólo la indicación de aprovecharlo, para cambiar el poder. Digamos de paso que tanto en el maoísmo, como en el foquismo, cuando resultaron exitosos en su fin de tomar el poder, se puede leer retroactivamente, en sus discursos explícitos e implícitos, que también atendían al factor subjetivo. Se diferenciaban del leninismo, en tanto éste se ocupaba del actor urbano en crisis aguda. Aquellos, en cambio, de actores rurales en crisis crónica.

Ahora bien, si de subjetividad se trata,¿que mejor que invitarlos a trabajar a Freud y a Lacan? Ya para Freud, no hay relación directa entre sujetos. La misma está intermediada por una serie de instancias. En todas ellas las representaciones representantes son el elenco que pone en escena un drama cuya escritura es el efecto, de como aquellas se articulan para dominar y tramitar "eso" que las percepciones le traen."Eso" proviene de la naturaleza, del propio cuerpo, y de los otros animales parlantes -por lo que dicen y hacen, incluidos los objetos que producen (desde un libro a un misil, pasando por la hoy omnipresente televisión)-.Podemos captar entonces, que tampoco las relaciones sociales de producción se establecen intersubjetivamente. Con Relaciones Sociales de Producción se produjo una nominación a la vez que estrecha -circunscribe al ámbito de la producción-, demasiado amplia en tanto no toma en cuenta las variantes que se producen en la invariancia estructurante de las relaciones humanas. El psicoanálisis logró delimitar, leyendo las variaciones discursivas, las variaciones en la estructura de las relaciones entre los seres parlantes. Dentro de esas variaciones hay una diferencia clave, la que se produce entre la situación de "enamoramiento/hipnosis" en las organizaciones de masa, y la de rotación de discursos. Suelen coexistir, alternándose. Hay lazo social verdadero, cuando hay rotación de discursos. Hay discurso, no simplemente cuando se habla.

Hay discurso cuando el efecto de masa, de grupo -enamoramiento/hipnosis- no hace obstáculo a la interlocución,o sea a la rotación en el lugar de locutor y en el de locutario. Más precisamente, en la formulación lacaniana, en el lugar del agente y en el lugar del otro. Dicha rotación no hay que entenderla como obligadamente de personas o dirigencias. Más habitualmente es de representaciones-representantes (significantes). Sólo cuando las personas obstaculizan, de una manera u otra, mayor o menor tiempo,-el efecto de masa cae-. Se abre espacio así al cambio de dirigentes. De haber otros, encarnando nuevos significantes con apariencia de portar el referente necesario, para poner a trabajar un saber mas eficaz sobre lo ausente y su núcleo real. A lo real, no se puede ser indiferente eternamente.

FREUD Y EL TRAUMA

Freud trabajó el concepto de trauma psíquico repetidas veces en su obra. En Mas allá del principio del placer, en el capítulo IV del cual saqué la aseveración que me sirve de epígrafe, produce la siguiente definición: "Llamemos traumáticas a las excitaciones externas que poseen fuerza suficiente para perforar la protección antiestímulo. Creo que el concepto de trauma pide esa referencia a un apartamiento de los estímulos que de ordinario resulta eficaz. Un suceso como el trauma externo provocará, sin ninguna duda, una perturbación enorme en la economía energética del organismo y pondrá en acción todos los medios de defensa. Pero en un primer momento el principio de placer quedar abolido. Ya no podrá impedirse que el aparato anímico resulte anegado por grandes volúmenes de estímulos; entonces, la tarea planteada es más bien esta otra: dominar el estímulo, ligar psíquicamente los volúmenes de estímulo que penetraron violentamente a fin de conducirlo, después, a su tramitación."

De por vida Freud no renunció a la intención de encontrar los topos donde se cruzan y fertilizan exterior e interior del sistema nervioso. Freud buscaba el puente desde el punto de vista económico. La complicación del psicoanálisis, a la vez que la precisión de sus límites, así como el desarrollo y el nivel de especialización de las ciencias duras, nos llevó a los psicoanalistas a renunciar a la ilusión de ser quienes dilucidemos la trama neural de articulación. Quizás la ingeniería molecular tenga más suerte que nosotros en un futuro.

Dentro de ese anhelo, tempranamente, (Proyecto de psicología para neurólogos) se planteó el interrogante de como haría el aparato psíquico para tramitar las magnitudes de energía que provenientes del exterior lo excitaban. En ese trabajo de reflexión discriminó percepción, de memoria. Energía libre de energía ligada. Barreras de contacto, -lugares de circulación de energía, a la vez que de resistencia a la misma. Circulación energética sostenida por, y sustentadora de, una economía de representaciones tejida como residuo de la experiencia perceptiva sobre la que a la vez influye. Algunos años mas adelante, en La pizarra mágica, encuentra un invento para la escritura cotidiana que le facilita explicar lo que quiere trasmitir.

Aggiornándolo, diríamos que las magnitudes de excitación provenientes del exterior al aparato no pueden ser tramitadas por este, sin un proceso previo de transformación. A la manera de los transformadores eléctricos, por ejemplo los de los aparatos electrónicos importados, preparados para funcionar con 110 volts., y que para ser usados en nuestro país, donde el fluido llega con 220, requieren de uno que convierta los 220 originales a los 110 para los que aquellos están preparados. El transformador, para poder ejercer esta función, no puede funcionar simultáneamente como acumulador. O sea, siguiendo el esquema freudiano tendríamos, 1) enchufe, equivalente a polo perceptivo recibe el fluido en bruto, no acumula, pero trasmite. 2) transformador = dispositivo de defensa contra las excitaciones, defiende al aparato transformando, pero no acumula. 3) Acumulador equivalente a memoria. Como dijo el propio Freud cuando usó La pizarra mágica "es evidente que la analogía entre un aparato auxiliar de esta clase y el órgano modelo tiene que terminar en alguna parte". La memoria no sólo acumula sino que constituye una estructura de relaciones que va a incidir modificando no sólo al recuerdo sino a la propia percepción. La memoria -inconsciente- es sede de representaciones sin ligar. El sentido es un efecto en Prec./Conciente, por ligazón entre las representaciones cosa y las representaciones palabra. Repárese como esta proposición freudiana es absolutamente equivalente con la proposición saussureana para el signo, efecto del sentido (SIGNO= Sdo./Ste.).

Si logramos evadirnos de la concepción esférica del aparato psíquico que en cierta medida dominaba a Freud en el esquema del Yo y el ello, y la sustituimos por la de la cinta de Moebius, en la cual se recorren ambas caras sin percibir el pasaje de una a otra podremos captar que el dispositivo de defensa contra las excitaciones está constituido por la propia malla de representaciones inconscientes en disposición, por su multivocidad y equivocidad, a "ligar" en ella a las percepciones arribadas. A contrario sensu, Prec/Conciente, por efecto de la rigidez del sentido, está muy limitado para jugarese papel. Propongo, producir cierta equivalencia entre crisis y trauma freudiano. Y suponer que la misma se produce, cuando es desbordado el dispositivo de defensa contra las excitaciones, consecuencia de exagerada resistencia del sentido, escasa posibilidad de respuesta de la malla de representaciones inconscientes, o ambas cuestiones a la vez.


TUPAC AMARU o EL SER TENSIONADO.

Lacan decide comenzar su enseñanza cuando ha arribado a su concepción de los tres registros -Real-Simbólico-Imaginario en cuyo seno se aloja la causa del deseo, el objeto en tanto ausente. Avanzada aquella, va a utilizar al nudo borromeo como el topos adecuado para mostrar el tipo de relaciones que supone para lo que se pone en juego en la geografía y la existencia del sujeto. En La tercera de Roma -1974-(fig.1y2) articula en el nudo aplanado, al objeto "a" en su tres funciones, real, simbólica e imaginaria. Al goce fálico (entre lo real -el transcurso de la vida y lo simbólico, en el que se re-presenta la muerte). Al goce Otro (entre lo Imaginario,donde habita el cuerpo y lo Real -alojamiento del misterio de la vida). Al sentido entre lo Imaginario y lo Simbólico. El Inconsciente entra recubriendo parte de lo imaginario y lo simbólico, sostenido allí y dando cuerda a lo real.El síntoma recubriendo parte de lo simbólico y lo real que lo sostienen se liga al Inconsciente. El preconsciente, los pensamientos (articulación entre representaciones cosa y representaciones palabra -Freud-, entre significantes -Lacan- = efecto de sentido) recubre parte de lo real y lo imaginario que lo sostienen y da cuerda a este último. En el goce Otro, ubica a la ciencia. ¿Sólo por ser efecto de escritura o también por su extralimitación de lo simbólico? Por esto último podríamos ubicar ahí, al goce en la especulación financiera de esta loca postmodernidad.

Observamos que dos de estos registros estaban contemplados en la teorización freudiana -el simbólico, representaciones inconscientes,-no articuladas- y el imaginario, representaciones ligadas, conscientes, preconcientes/concientes.

El de lo real, a mi modo de ver, está esbozado en la idea freudiana de "magnitud de excitación externa no ligada" arribante al aparato y vehiculizada por la percepción.
Pero la diferencia fundamental entre Lacan y Freud está en el anudamiento que aquel propone para los tres registros, lo que le supone a los mismos un funcionamiento solidario que hace que lo que ocurra en uno, tiene sincrónicamente consecuencias en los otros.

UN PASO MÁS

La formalización lacaniana del Nudo Borromeo entrega, en mi opinión, una herramienta que puede ser de gran utilidad, no sólo a los psicoanalistas, como ocurre hasta ahora (y no a todos),sino también a otras disciplinas que investigan y reflexionan sobre las problemáticas sociales. La discriminación de tres registros y el anudamiento solidario de los mismos cerniendo a la causa del deseo, y situando a los distintos goces en diferentes intersecciones, o sea en diferentes lugares en esa estructura de relaciones que representa el nudo, facilita por ejemplo, el análisis de las crisis. Si se sitúa esa estructura como axioma, se funda una lógica que facilita la lectura de los movimientos del sujeto y de los movimientos sociales.

Tomando en cuenta los desarrollos freudianos recordados anteriormente y si acuerda el lector conmigo, en equivaler crisis a trauma, creo que podemos decir que hay crisis, cuando, por excesiva resistencia de lo imaginario, por debilidad de lo simbólico, o por la combinación de ambos fenómenos, lo real desborda, no se logra cernirlo efizcamente.

En esta dirección pienso que, las relaciones sociales de producción y el desarrollo de las fuerzas productivas deben ser analizadas siempre, situándolas en este anudamiento. Lo que llevar a concebir a las crisis sociales, no como efecto de conflicto entre ambas. Sino, por el movimiento en la estructura y el efecto en cada uno de los tres registros, y por lo tanto de la relación que se establezca y del destino del anudamiento. En consecuencia, el conflicto es efecto y no causa.
En la clínica psicoanalítica captar esto, de razones para esperar, para interpretar, o para intervenir por la vía del acto. La lectura de la situación de las relaciones sociales de producción y de las fuerzas productivas en el anudamiento real-simbólico-imaginario, puede dar una brújula clave para diseñar la modalidad de intervención, en diferentes momentos del movimiento social, incluidas las crisis.

A CIELO ABIERTO

Es obvio que en este artículo abordo un tema de enorme envergadura, por lo tanto no debe darse a estas notas más valor que el de un esquema que intenta producir algunas articulaciones útiles, para estructurar un método que enriquezca el análisis de los fenómenos sociales. Lacan proponía a los carteles (grupos de su Escuela) mostrar su trabajo a cielo abierto para convocar a la intervención del Otro. Eso busco. Hecha esta advertencia, paso a explicar por que propongo el ordenamiento que inscribo en el nudo aplanado de tres órdenes claves de la estructura económico-social: Fuerzas productivas, Relaciones de propiedad, relaciones de poder (figuras 3 y 4).

Todo se anuda alrededor del goce perdido que causa al deseo. Ninguno habita un sólo registro, pero si se inscribe predominantemente en uno, aunque en las articulaciones quede ligado a los otros dos. ¿Por que las Relaciones de propiedad en lo Imaginario? Cuatro respuestas posibles. 1) La apariencia natural del sentimiento de propiedad, proviene de lo que tiene de resto del Imaginario animal. Una de las manifestaciones típicas del mismo reside en la apropiación y defensa de un territorio. 2) El deseo de apropiación es también efecto imaginario de la pérdida de goce original y las subsiguientes. 3) El sentimiento de propiedad sutura imaginariamente el sinsentido de la ex-sistencia. 4) Las propiedades adquieren el valor de prolongaciones corporales inconscientes, como se manifiesta frecuentemente en sueños y otras formaciones del Inconsciente. ¿Por qué las relaciones de poder en lo simbólico? Si en la propiedad no hay equívoco, la relación es biunívoca entre el propietario y el instrumento, en las de poder, el equívoco acecha. El lugar de aquellas, es de representante, aún en las más absolutas. Recordemos que las tales monarquías, lo eran por la gracia de Dios. Hoy, en sociedades mucho mas complejas se evidencia más que el poder -los poderes- son el efecto de una trama de relaciones significantes con los efectos de sentido consiguientes, en el intento de dominar lo Real.De ahí la realidad de que no haya sociedades sin amos, lo que me hace colocar a estos en la intersección de lo Simbólico y lo Imaginario. Entre lo Simbólico y lo Real, el goce fálico (el trabajo) y su poder de representar lo que en el Otro, en lo
Simbólico, en las relaciones de poder, falta.

¿Por qué las Fuerzas Productivas en lo Real? Por que por mas cálculos que hagan los economistas, las fuerzas productivas en su corazón, la producción, se vuelven incalculables y si no pregúntenle a los reyes de la planificación los "socialistas reales". Y aunque en este momento -guerras mediante- muñeqeen mejor los "libres mercadistas" sufren también, la incalculabilidad de las mismas. Por supuesto, incalculabilidad, no sólo en el sentido de las variables económicas, sino también de los efectos en el ecosistema comprendida la salud física y psíquica de los animales parlantes-incluidos en primer lugar los trabajadores- principales componentes de dichas fuerzas. Incalculables en tanto reales, agujereables con momentos de eficacia por lo Simbólico. El síntoma social recubre, metaforizando y siendo sostenido por Fuerzas Productivas/Relaciones de poder. El ser social se despliega y articula entonces, borromeanamente, para el análisis del analista social. Éste analiza apoyándose en el obstáculo y el instrumento de su propia constitución borromeica.