11-07-1990
En la Sociedad Rural, Menem dijo: "Me duele, y debe dolernos a todos que sigan existiendo hermanos con hambre y desocupación, niños sin educación y sin salud, ancianos desprotegidos, en fin, que perdure la industria (lapsus) entre nosotros, la injusticia entre nosotros".
El inconsciente del presidente habló su verdad, ergo, la industria no agroindustrial, mejor ponga las barbas a remojar. Para el presidente, argentinos sólo son, los agroindustriales. Antes, había lanzado un "llamamiento a la dirigencia empresarial argentina", explicando su "pie en el acelerador". Después de subrayar lo mismo que Alchourron y Solá, el haber llevado adelante sin vacilaciones las medidas desrreguladoras que hacen las delicias de quienes en el predio lo estaban escuchando, tuvo el equívoco, en medio del discurso para la gilada, los millones que, por estarse trasmitiendo por la red nacional de radiofonía y televisión, también lo estábamos oyendo.
Los verdaderos receptores, dueños de Shortorn y Aberdeen Angus, ya habían hecho escuchar su mensaje a través de las palabras, tiernas, agradecidas, y de "happy end" de su representante, el d'otor Guillermo Alchourron. Quien homenajeó a los que liberaron el mercado monetario, cambiario y de precios y venden sin dilaciones las empresas del estado diciéndoles: "estamos en la buena ruta", e invitándolos a profundizar el camino elegido". Aumentar la presión impositiva a los otros y eliminar las retenciones a la exportación, o sea a ellos. Solá, recibido con simpáticos aplausos, rubricó dicho mensaje y pidió, elegantemente, que no se evadan impuestos.