Psyche-Navegante Nº 59
Sección Última Hora
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Tema: Bombardeos a inocentes por parte de Al Quaeda y de las tropas angloyanquis, amputaciones a secuestrados y amenazas de magnicidio en nuestro país, expresan lo más siniestro del "malestar", ante un fracaso de la Cultura para sublimar lo pulsional.
Una serie de hechos sangrientos han sacudido a la opinión pública en estos últimos días. El secuestro con amputación de falanges al joven Belluscio agregado al envío del video mostrando el procedimiento a la familia. La operación Martillo de hierro llevada a cabo por las hipertecnificadas tropas norteamericanas nuevamente inundó de sangre a Irak. Los atentados de de Al Qaeda en Arabia Saudita y Turquía produjeron el mismo resultado con la sangre de ciudadanos de esos países, de otros, y de confesiones religiosas diversas.
En nuestro país la oleada de secuestros tuvo un punto macabro con la amputación sufrida por Belluscio y exhibida a sus familiares. Nuestro gobierno reaccionó firmemente, haciendo lo que está en sus manos para impulsar la desarticulación de “la galleta” de mafias que pululan en “la Bonaerense”[1] y en la “Federal”[2] . Apoyó a la jueza Barrionuevo que puso entre rejas a Musa Azar, lugarteniente de la familia gobernante en la provincia de Santiago del Estero. La respuesta de las mafias no se hizo esperar. Hicieron llegar amenazas a los teléfonos celulares personales del Presidente de la Nación y del Gobernador del primer estado argentino. No sólo quisieron amenazar, sino también hacerles notar que conocen hasta sus datos más privados como los números de dichos celulares. Como para que les resulte claro que los tienen cercados y están en condiciones de atentar contra ellos. Ambos funcionarios optaron por denunciar ante la opinión pública dichas amenazas.
El siglo XX estuvo dominado en la mayor parte del mundo por enfrentamientos entre fundamentalismos. Primero nacionalistas (guerra de 1914) y luego nazifascistas y comunistas, azuzados por sectores equivalentes de países “democráticos”. Transcurrieron así la primera guerra mundial y su resto la guerra de 20 países contra la naciente Unión Soviética. Luego la guerra civil española y su desembocadura: la segunda guerra mundial. Entre guerras, revoluciones triunfantes y aplastadas, colectivizaciones forzadas, represión masiva contra los comunistas y la izquierda en general, cayeron en ese periodo de la historia más de un centenar de millones de muertos, varios centenares de millones de heridos con las secuelas de invalidación correspondiente, y migraron masas enormes de personas con las consecuencias subjetivas que los psicoanalistas, dolorosamente, conocimos después a través de nuestra experiencia y de nuestro trabajo.
¿A qué me refiero cuando digo fundamentalismo? A ese tipo de doctrinas, que pueden ser de origen religioso, económico, político o afectivo (las mafias) que suponen que La Verdad existe y estructura la arquitectura sus creencias. El efecto inmediato de ese producto del pensamiento es la suposición de que los otros son lo contrario de La Verdad y que en consecuencia hay que eliminarlos para lograr que la especie viva bajo el estado de gracia de La Verdad.
¿De qué son producto los fundamentalismos? De que los yo de esos seres parlantes han aplastado el deslizamiento de sus efecto sujeto en función de algún ideal objetivado. Quedan rechazados en ellos los vaivenes de la relación conflictiva entre su castración imaginaria y la castración en el Otro (castración simbólica). Funcionan renegando de las fallas en sus constructos, por efecto de que en su estructura borromeica lo imaginario recubrió enteramente a los otros dos registros. Por supuesto que en algún momento, lo real rechazado se vuelve sobre ellos con efectos catastróficos: (derrota del eje: nazi -fascista -deidad del emperador japonés), desplome del comunismo, entrada en picada del pensamiento único neoliberal. Pero mientras tanto, sus acciones conducen a un exceso de muerte, sangre y horror. ¿Qué digo cuando digo lo imaginario? Me refiero a ese registro entrevisto por Freud con su noción de narcisismo y formalizado por Lacan con su conceptualización sobre la función de desconocimiento del yo de la enunciación y sus efectos de fascinación – agresividad, a partir del estadio del espejo. La complejidad y “eterno retorno” de esta problemática está fundada en el carácter necesario, que no cesa de escribirse[3], de lo imaginario para mantener anudada la estructura borromeica y en funciones los lazos sociales a través de los discursos. Lo imaginario es necesario en esa dimensión. Cuando totaliza, aplasta al nudo y produce efectos paranoicos, procedentes de como se constituye.
Las denuncias del Presidente de la Nación, del gobernador Felipe Solá y de la jueza Barrionuevo deben preocuparnos. No es difícil que los sectores más delincuenciales que vienen generando poder por lo menos desde la “década infame” 1930/ 1940 y que lo afirmaron en la década del 90, estén planeando el asesinato del Presidente. Para tener esa sospecha hay que tener en cuenta un par de hechos importantes. El primero y fundamental reside en que el vicepresidente de la Nación, o sea el primero en la línea sucesoria presidencial, ha mostrado frecuentemente su rápida y especial sensibilidad a los pedidos de los sectores mencionados arriba. El otro, es que el parlamento que conformado como resultado de los últimos procesos electorales tiene una mayoría de “conversos” del neoliberalismo cavallo – menemista - delarruista en los que no es fácil tener ilusiones, pues no se puede saber cuantos de ellos verdaderamente han cambiado de posición y cuantos van “según para donde sople el viento”.
En este contexto la defensa la modalidad democrática para la resolución de los conflictos sociales, políticos y sociales pasa a primer plano a los efectos de no hacerle el “caldo gordo” a los sectores más ominosos del fundamentalismo mafioso y/o neoliberal.
Es lógico que haya sectores en la CTA que desde la posición de defender los intereses de sus representados pongan en cuestión una serie de puntos del presupuesto nacional por poco re –distributivo e impugnen la cláusula que autoriza al Poder Ejecutivo a reubicar sumas presupuestarias no utilizadas. Pero creo que tendrían que ubicar sus críticas, tomando en cuenta la correlación de fuerzas tanto nacionales como internacionales, para no correr el peligro de quedar en la misma vereda de quienes desde los restos del neoliberalismo levantan críticas, algunas parecidas. Lo mismo vale para los movimientos piqueteros entre los cuales se ha producido una clara diferenciación entre los que avizoran las actuales particularidades de la situación política nacional y los que obnubilados por su fundamentalismo “revolucionario” llevan a sus dirigidos a marginarse de y confrontarse con los que conservan sus trabajos y con las capas medias en general.
[1] Policía del más grande de los estados provinciales de la Argentina
[2] La policía del estado nacional
[3] Seminario “Aún” de Jacques Lacan, editado por Paidós