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Sección: Última Hora
El país, sacudido por tensiones inesperadas.
Cuando los índices económicos mejoraron notablemente –Producto Bruto Interno, caída de la desocupación, mejora de la relación salarios/ costo de vida, del respeto por las instituciones democráticas y republicanas, etc., se dispara la inflación y un tenso conflicto entre el gobierno central, los propietarios agrarios y colateralmente los obreros rurales. Lo que ha repercutido en segmentos cuantitativamente importantes de la opinión pública de ciudades y pueblos vinculados a la producción agrícola. Además de en capas medias de las grandes urbes. Lo preocupante de estas repercusiones, reside en que están fracturando las alianzas políticas y sociales que vinieron sosteniendo a los gobiernos kirchneristas. Lo que implica al equilibrio frágil, político y social, que se estableció luego de la derrota de De La Rua, Menem y sus proyectos. Esto, en tiempos de temblores económicos y políticos en la aldea global productos de la imposibilidad de triunfo norteamericano en Irak y Afganistán asociado a la decadencia planetaria de la fantasía neo liberal. A lo que se agrega un impetuoso ascenso de Brasil motorizado por el amplio mercado que ofrece como alternativa, junto con India, China y Rusia, a los espasmos del gigante del Norte y a dificultades en el poli centrismo de la federación europea. Circunstancias que potencian, cualquier punto débil que ofrezca el país.
Sobredeterminaciones psíquicas de las tensiones actuales.
Los vectores que tensionan el paralelogramo de fuerzas en el campo político están siendo analizados abundantemente y desde muy diferentes puntos de vista, por lectores políticos, económicos, sociales, culturales y periodísticos. No es propósito de esta nota profundizar ni intervenir en ese debate, muy sesgado de entuertos y ojos tuertos, lo que trae como consecuencia, miradas a medias.
Sí creo en cambio que una lectura psicoanalítica puede contribuir, con quienes estén mejor intencionados en cada una de esas actividades en sostener civilizadamente a la República, para que dispongan de herramientas de lectura que favorezcan negociar una salida con los menores desgarros posibles en un cuerpo nacional aún convaleciente de la crisis del 2001.
Las grandes conmociones sociales, suelen producirse como consecuencia de situaciones que se aparecen como polarmente opuestas. Épocas agudas de extrema caída en el nivel de vida económico social de la población, y otras veces inversamente como ocurre en la actualidad, en momentos de mejora notoria de la economía.
La estructura del ser hablante que anuda lo real con por lo imaginario, entra en impasses cada vez que lo simbólico queda en stand by. Éste es el elemento que por su capacidad de nuevas combinatorias, es capaz de invenciones que relancen la operatoria de horadar lo real (lo radicalmente no sabido, nuevo) para generar otras salidas transaccionales, sintomáticas. La sorprendente performance de la economía argentina a partir del 3 a 1 (pesos por dólar), rápidamente golpeó la puerta de ambiciones múltiples. Todos, peleamos por el tamaño de la porción en el reparto de torta. La dificultad surge cuando cada uno confunde sus deseos con los de otros. Confusión difícil de eludir, en tanto los humanos tendemos a conocer homeomórficamente, o sea a partir de nuestra propia imagen. Imagen que sostiene a nuestro yo.
Dificultades yoicas
Del yo, dice el diccionario de la Lengua Española de la Real Academia.
Del lat. eo, de ego. 1. Nominativo del pronombre personal de primera persona en género masculino o femenino y número singular. 2. m. Fil. Con el artículo el, o el posesivo, el sujeto humano en cuanto persona. 3. Psicol. Parte consciente del individuo, mediante la cual cada persona se hace cargo de su propia identidad y de sus relaciones con el medio.
yo que tú, usted, etc. 1. loc. fam. equivalente a si yo estuviera en tu, su, vuestro lugar. Del ego en latín, da nacimiento a egocentrismo, egoísmo y egolatría.
Sección: Última Hora
El país, sacudido por tensiones inesperadas.
Cuando los índices económicos mejoraron notablemente –Producto Bruto Interno, caída de la desocupación, mejora de la relación salarios/ costo de vida, del respeto por las instituciones democráticas y republicanas, etc., se dispara la inflación y un tenso conflicto entre el gobierno central, los propietarios agrarios y colateralmente los obreros rurales. Lo que ha repercutido en segmentos cuantitativamente importantes de la opinión pública de ciudades y pueblos vinculados a la producción agrícola. Además de en capas medias de las grandes urbes. Lo preocupante de estas repercusiones, reside en que están fracturando las alianzas políticas y sociales que vinieron sosteniendo a los gobiernos kirchneristas. Lo que implica al equilibrio frágil, político y social, que se estableció luego de la derrota de De La Rua, Menem y sus proyectos. Esto, en tiempos de temblores económicos y políticos en la aldea global productos de la imposibilidad de triunfo norteamericano en Irak y Afganistán asociado a la decadencia planetaria de la fantasía neo liberal. A lo que se agrega un impetuoso ascenso de Brasil motorizado por el amplio mercado que ofrece como alternativa, junto con India, China y Rusia, a los espasmos del gigante del Norte y a dificultades en el poli centrismo de la federación europea. Circunstancias que potencian, cualquier punto débil que ofrezca el país.
Sobredeterminaciones psíquicas de las tensiones actuales.
Los vectores que tensionan el paralelogramo de fuerzas en el campo político están siendo analizados abundantemente y desde muy diferentes puntos de vista, por lectores políticos, económicos, sociales, culturales y periodísticos. No es propósito de esta nota profundizar ni intervenir en ese debate, muy sesgado de entuertos y ojos tuertos, lo que trae como consecuencia, miradas a medias.
Sí creo en cambio que una lectura psicoanalítica puede contribuir, con quienes estén mejor intencionados en cada una de esas actividades en sostener civilizadamente a la República, para que dispongan de herramientas de lectura que favorezcan negociar una salida con los menores desgarros posibles en un cuerpo nacional aún convaleciente de la crisis del 2001.
Las grandes conmociones sociales, suelen producirse como consecuencia de situaciones que se aparecen como polarmente opuestas. Épocas agudas de extrema caída en el nivel de vida económico social de la población, y otras veces inversamente como ocurre en la actualidad, en momentos de mejora notoria de la economía.
La estructura del ser hablante que anuda lo real con por lo imaginario, entra en impasses cada vez que lo simbólico queda en stand by. Éste es el elemento que por su capacidad de nuevas combinatorias, es capaz de invenciones que relancen la operatoria de horadar lo real (lo radicalmente no sabido, nuevo) para generar otras salidas transaccionales, sintomáticas. La sorprendente performance de la economía argentina a partir del 3 a 1 (pesos por dólar), rápidamente golpeó la puerta de ambiciones múltiples. Todos, peleamos por el tamaño de la porción en el reparto de torta. La dificultad surge cuando cada uno confunde sus deseos con los de otros. Confusión difícil de eludir, en tanto los humanos tendemos a conocer homeomórficamente, o sea a partir de nuestra propia imagen. Imagen que sostiene a nuestro yo.
Dificultades yoicas
Del yo, dice el diccionario de la Lengua Española de la Real Academia.
Del lat. eo, de ego. 1. Nominativo del pronombre personal de primera persona en género masculino o femenino y número singular. 2. m. Fil. Con el artículo el, o el posesivo, el sujeto humano en cuanto persona. 3. Psicol. Parte consciente del individuo, mediante la cual cada persona se hace cargo de su propia identidad y de sus relaciones con el medio.
yo que tú, usted, etc. 1. loc. fam. equivalente a si yo estuviera en tu, su, vuestro lugar. Del ego en latín, da nacimiento a egocentrismo, egoísmo y egolatría.
